Los peligros de conducir bajo la lluvia: cómo debemos actuar según la DGT

La temporada de lluvias ha llegado para quedarse en España. Es importante, en estas fechas del año, refrescar nuestros conocimientos para circular con una mayor seguridad con este tipo de condiciones climatológicas adversas. Ya que el número de accidentes se dispara en época de lluvias.

Como es norma, la DGT recuerda cuáles son los puntos clave que hay que tener y las precauciones que hay que tomar para adaptar nuestra circulación a la lluvia. Y hoy, en AutoCare Garantía os las contamos.

Las primeras gotas de lluvia, las más peligrosas

Después del verano, desde la Dirección General de Tráfico, nos recuerdan que se producen dos circunstancias que multiplican el riesgo de sufrir un accidente. La primera de ellas es obvia. Los conductores llevamos tiempo sin conducir bajo la lluvia debido al verano por lo que debemos primar la seguridad y tomar precauciones extra durante los primeros días.

También, nuestros neumáticos pueden encontrarse en malas condiciones debido al calor y a la erosión que producen las altas temperaturas. Por ello, desde la DGT recomiendan hacer una revisión de nuestros neumáticos para confirmar que se encuentran en perfecto estado para poder rodar sobre mojado.

Debemos adecuar nuestra conducción a la lluvia

Cuando conducimos bajo la lluvia, dos son los grandes riesgos que pueden provocar un accidente. El primero de ellos es la falta de adherencia al asfalto. Y el segundo, la falta de visibilidad en carretera.

Para evitar que se produzcan fallos, desde la DGT recomiendan acondicionar nuestra conducción a estos dos factores de riesgo. ¿Cómo? Mediante la reducción de la velocidad y aumentando la distancia de seguridad entre vehículos en carretera.

Para poder evitar un choque con lluvia, con una velocidad media de 90 km/h, se estima que se necesitan al menos 32 metros más de separación entre vehículos que cuando la frenada se produce en un asfalto seco. Es decir, necesitamos al menos la longitud de 7 coches para no colisionar durante un frenazo con el conductor de delante.

Limpiaparabrisas y faros contra la lluvia

Además, debemos tener muy claro cómo utilizar las luces en lluvia para poder ver y lo más importante, ser vistos. Por norma general, debemos encender el alumbrado de cruce. Las luces antiniebla traseras solo deben activarse cuando la lluvia es extremadamente intensa. Llevarlas encendidas cuando la visibilidad es media, pueden provocar deslumbramientos a los vehículos que nos preceden y provocar accidentes innecesarios.

También es importante, al igual que los neumáticos, comprobar que los limpiaparabrisas se encuentran en perfecto estado. Durante el verano, el calor extremo puede llegar hasta derretir las gomas. Además de que sustancias como el polvo y la arena pueden provocar erosiones en los vidrios de nuestro vehículo.

La opción más aconsejable es proceder a limpiarlas antes de que se inaugure la época de lluvias y reemplazarlas por nuevos cuando notemos que se encuentran algo desgastados. Su precio no es elevado y aumentamos considerablemente la seguridad en la conducción.


Cambios en las matrículas en España: por fin llega la tan esperada letra M